Once proyectos para 2013: para marzo dinerito en mi bolsito

 La consigna para el mes de marzo es "por un puñado de euros" y como una de las cosas que más me gusta hacerme son los bolsos no podía dejar pasar este mes, además era otra de esas cosas que tenía guardada en el cajón de pendientes. Para ello me inspiré en los bolsitos con boquilla japoneses tan monos y coloridos, pero como no podía ser de otra manera le di otra vuelta de tuerca y aproveché los restos de mis pantalones y me hice un bolsito japonés invernal a juego con ellos. La boquilla la tenía guardada desde el mes de diciembre en el que descubrí una tienda de marroquinería en la calle tres peces que me encantó; de las de toda la vida.

Si esperáis un tutorial en condiciones mejor lo dejáis aquí, porque como siempre fui haciendo las cosas según se me ocurrían y siguiendo la lógica que mi retorcido cerebro tiene; pero bueno no lo he debido de hacer tan mal porque al final tengo mi precioso bolso. Y ya más que estrenado, le estoy dando un tute...

Cuando lo tenía casi acabado alguien publicó un tutorial, pero se me ha olvidado quien... En fin, esta persona lo primero que hizo (creo recordar) fue dibujar la boquilla dejando una margen más ancho de un centímetro. Por supuesto, yo no lo hice así. 

Siempre que hago algo voy tomando apuntes de lo que voy haciendo y para que algunos pasos se entiendan mejor, y por que no, para que os riáis un rato de mí, de vez en cuando colgaré algún trocito.

Y ya, sin más preámbulos aquí comienza el como lo hice.

1.- Medir la boquilla para (más o menos) ver que cantidad de tela se necesita; la mía mide 16 centímetros de ancho por 6 de alto. Y, por supuesto, hacer el diseño.

Pero que bien dibujo, ya quisiera Goya.

2.- Según mis cálculos y como no tengo mucha más tela, corté un rectángulo de 28 por 50 centímetros. Y no se entretela, utilizamos esta tela principal tal cual.

3.- Se hacen tres lorzas en ambos extremos del rectángulo (por la parte más larga) de 13 de largo por 2 de ancho.

Se plancha bien, para que queden bien marcadas.

4.- Se cortan dos tiras de la bufanda negra de 7 centímetros de ancho. ¿Recordáis que en el pantalón la usé para los bolsillos traseros? Pues como el bolso va a juego aquí también vamos a usarla pero de otra manera.

5.- Se hace un dobladillo de 1 centímetro a cada lado y se cosen las dos tiras, ahora de 5 centímetros de ancho, a 7 centímetros de los márgenes de la tela principal (ver esquema). Os acordáis que la boquilla medía 6 de alto, pues vamos a dejar un centímetro de margen de costura. (Os recuerdo que esto no tiene ningún rigor científico).

6.- Se dobla sobre si mismo derecho sobre derecho, vigilando bien que las tiras negras casen, y se cosen los laterales dejando 6 centímetros en los extremos sin coser (¿os seguís acordando de la boquilla?), y redondeamos las esquinas inferiores para que quede más mono.

7.- Se coloca la boquilla sobre el bolso; se toman bien las medidas laterales y la forma de esta. Para ello pasé un hilván rojo siguiendo toda la forma.

8.- Se terminan de coser los laterales con las nuevas medias, se corta y paso un zig-zag para que no se me deshilache.


9.- Se copia en un papel la forma definitiva del bolso para sacar el patrón para el forro.

10.- Con este patrón cortamos 2 piezas para el forro, y ahora si, otras dos de entretela. Como no entretelamos la tela principal vamos a hacerlo ahora con el forro para darle un poco más de consistencia al bolso. El forro también es el mismo que usé para el pantalón; estoy por ponerle una boquilla para que ya sea totalmente a juego.

Cortamos, pegamos la entretela con la plancha en cada pieza y cosemos las dos piezas (derecho contra derecho) dejando los bordes superiores sin coser igual que hicimos en el punto 6.

Como las esquinas inferiores están redondeadas le hago unos piquetes con mucho cuidado de no cargarme la costura.

Los piquetes son estos cortecitos que se dan en el margen de costura  en las zonas redondeadas.

11.- Antes de poner el forro en el bolso vamos con los pompones. Me hubiera gustado mucho más poner una tira de madroños, pero no tenían en la mercería, así que, me tuve que apañar con lo que había.

Primero los cosí entre ellos con hilo de torzal, haciendo tres o cuatro nudos entre cada uno para que no se quedaran unidos entre si, y otro (muy gordo) al principio y final de la tira. Después los cosí a mano sobre una de las tiras negras. Solo en una de las dos caras, que será la que se verá cuando lo usemos. Aunque los cosí con el mismo hilo, entre pompón y pompón hice un nudo, por si se descosía uno que no se me cayeran todos.

12.- Y retomamos el tema del forro. Lo metemos dentro de la tela principal y lo hilvanamos por el borde, ya que esta parte es la que irá dentro de la boquilla.

13.- Se pone en la boquilla. Hay distintos tipos de boquillas en unas solo se pega y otras se cosen, la mía es de estas últimas, aunque intenté pegarlo antes de coser pero no era capaz de que se me quedara dentro y finalmente solo lo cosí. Y es que los trabajos manuales nunca han sido lo mío.

¡Uf! No os preocupéis que ya casi está.

14.- Para poder colgármelo, corté tres tiras de cuatro centímetros de ancho, una de la tela de cuadros de unos 43 cm de largo y dos de la bufanda, de 33 y 73. Y esto, aunque quede monísimo, no lo hice aposta, es que no me quedaba más tela de la de cuadros. Las entretelo y coso entre si dejando la de cuadros en el medio.

Ahora los doblo tipo bies, es decir, primero lo doblo por la mitad y luego cada medio hacia esa mitad para finalmente unirlos entre si. ¿Se ha entendido algo? Espero que viendo las fotos se comprenda mejor.

Se plancha y replancha para que quede bien asentado y planito. Y se pasa una costura todo lo largo por los dos laterales que queda como más profesional y mucho más bonito.

15.- Y para terminar lo cosemos a mano a las arandelas de la boquilla y...

¡¡¡POR FIN TENEMOS BOLSO!!!

¿A que parece un vestidín? No me digáis que no estaría monísima la Nancy con él en plan palabra de honor. Eso si, para el vestido yo no le pondría los pompones que le restan elegancia, que ya se sabe lo mejor es ir "sencillo a la par que elegante".

Por cierto, se me ha olvidado deciros que también le he puesto un chisme al asa para poder ajustármelo a la altura que quiera en cada momento, y es que ya sabéis... que yo soy rubia.