Falda vintage

Lo de vintage no va por la falda, si no por la tela, y es que una no puede ir de mercadillos, ferias o similares (es que soy tan débil), y cuando estuve en el Mercado de Motores que se celebró el primer fin de semana de junio también cayeron un par de telillas. Esta vez fueron de "tejidos la revoltosa" una tienda de las de toda la vida situada en la zona del famoso rastro madrileño y que tras estar cerrada durante un tiempo se reabrió. Está especializada en telas vintage viejas/antiguas originales de los 60, 70 y 80; y en este caso es una gasa muy finita y transparentosa de los 70 fabricada en Barcelona.    

Igualita, igualita que la Pataki si yo fuera capaz de girar la cabeza como la niña del exorcista

Chapa y pintura: tapando con topazos

Hoy comienzo una nueva sección con esta entrada que espero sea corta que no tengo mucho tiempo. A ver si soy capaz.

Como ya nos anunció la gran Anilegra en esta entrada allá por febrero, Sylvia del blog Chitalou está impartiendo un curso gratuito online para aprender a coser a máquina. Y por supuesto, yo que estoy muy necesitada me apunté. ¿Y que tiene que ver esto con la chapa y pintura? Os preguntaréis, pues tiene que ver que he aprovechado una de sus enseñanzas para hacer mi arreglillo.

Hace tiempo, algo así como el verano pasado, este pantalón sufrió un accidente doméstico en una pelea con la plancha que por supuesto perdió él. Ya se sabe masculino contra femenino... si encima la fémina está que arde las apuestas están claras. Total que se ha pasado un año o dos con un agujero. Así que, cuando Sylvia nos enseñó a hacer aplicaciones en camisetas, me dije esta es la mía arreglo los pantalones, que llevaban un año en el cajón de "chapa y pintura" esperando que llegara su turno, y yo pruebo algo nuevo. No he seguido al pie de la letra sus indicaciones, ya me conocéis soy una rebelde, pero lo principal si. Y como no quería que se notara demasiado lo que era, en vez de tapar el agujero con un solo topo he puesto tres de distintos tamaños a ver si colaba que era un detalle decorativo y no una ñapa.

Para los topos he aprovechado unos pantalones que ya estaban para el asilo. Así que, os dejo con una ración de reciclaje y chapa y pintura, un dos en uno que ha conseguido que me pueda poner de nuevo estos pantalones que este año estoy muy necesitada de ropa. Lo de mi necesidad ya os lo he contado en una entrada anterior que aun no he publicado por falta de fotos, así que no me voy a repetir y ya os enteraréis que ya sabéis que yo soy rubia.

Y para las/los que ya estáis de vacaciones que sepáis que... ¡ME DAIS MUCHA ENVIDIA!

Mi bolsito veraniego para pasear

Cuando le compré estas telas a "la retalera" en el mercadillo del "Dosde Market", tenía muy claro como iban a acabar (más o menos - mejor o peor). Lo que no tenía tan claro es que fueran esas las telas a escoger. En principio buscaba algo más alegre y colorido, muy primaveral; flores, calaveras, muñecas, piruletas,..., me daba igual la temática pero tras tanta lluvia y frío el cuerpo me pedía color, mucho color. Sin embargo, finalmente se impuso el sentido común y me compré telas más combinables con todo.